Juan Reyca

Juan Reyca (Cáceres, 1979) es licenciado en Bellas Artes, artista multidisciplinar y manitas.
Ha pintado, esculpido, escrito y actuado en mil sitios, siempre con éxito medianamente razonable. En los últimos años ha centrado su trabajo en componer música para teatro y en desarrollar su proyecto sonoro en solitario. Melómano de orejas grandes, letrista intrépido, es un gran compositor de canciones.
Conduce La Hiena de La Orquesta Mínima, donde pone voz, cuerdas, ritmos y diseño sonoro. Es el responsable de escenografía e iluminación.
También pisa vino en casa. Quien dice vino, dice vinagre.
Ha pintado, esculpido, escrito y actuado en mil sitios, siempre con éxito medianamente razonable. En los últimos años ha centrado su trabajo en componer música para teatro y en desarrollar su proyecto sonoro en solitario. Melómano de orejas grandes, letrista intrépido, es un gran compositor de canciones.
Conduce La Hiena de La Orquesta Mínima, donde pone voz, cuerdas, ritmos y diseño sonoro. Es el responsable de escenografía e iluminación.
También pisa vino en casa. Quien dice vino, dice vinagre.
Pedro Lópeh

Pedro Lópeh (La Siberia extremeña, 1986) es maestro, musicólogo y tacaño.
Acaba de escribir el último fenómeno editorial del cante jondo (Ramo de coplas y caminos, Akal). Con Barrunto Bellota Band actuó por medio mundo, pero luego decidió tirarse al monte solo con el acordeón, actuando por media provincia. Dirige el podcast flamenco El Café de Silverio.
Conduce La Verbeneta de La Orquesta Mínima, donde pone teclas y buena voluntad.
Sigue teniendo agujeros en el tejado. Por roñoso, cicatero, ruin, avaro, miserable, agarrao.
Acaba de escribir el último fenómeno editorial del cante jondo (Ramo de coplas y caminos, Akal). Con Barrunto Bellota Band actuó por medio mundo, pero luego decidió tirarse al monte solo con el acordeón, actuando por media provincia. Dirige el podcast flamenco El Café de Silverio.
Conduce La Verbeneta de La Orquesta Mínima, donde pone teclas y buena voluntad.
Sigue teniendo agujeros en el tejado. Por roñoso, cicatero, ruin, avaro, miserable, agarrao.